La otra existencia

En una alcoba de alas
y vuelos encarnados,
los amantes unen sus cuerpos
de enredaderas vertiginosas.


Hay susurros
en las mantas rituales,
ecos de barcos sumergidos.


El placer está descalzo
y camina:
se esparce,
salta,
estalla;
animal hambriento
en el centro de la fiebre.


La alcoba ya no está donde estuvo;
es una jaula de espigas
desprendida del mundo.

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