Cuando la vi

Comprendí que ya no quería
vivir en mi cuerpo.


Respirar por mí mismo,
usar camisas y corbatas,
y a veces una escarapela
era el repertorio fatigado
de ser yo:
yo silla,
yo bostezo,
yo paracaídas,
yo nada.


Mi lugar es esa mujer
y sólo quiero vivir
en ella.

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